
(Lo que toda brujita principiante merece saber
—aunque nadie lo diga—)
Hoy nace esta serie de consejos para almas sensibles, nuevas brujitas, buscadoras del misterio…
Cada sábado compartiré un saber, una advertencia suave, una luz para el camino.
Este primer sábado te entrego 4 claves esenciales para iniciar (o recordar) el sendero con raíz firme y corazón abierto.
Léelos con calma, guárdalos si te resuenan… y siéntete bienvenida a este círculo.
Desde la intuición, las sombras y la paciencia,
Embrujada

*Todo lo invisible también busca su visita.*
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© 2025 Embrujada by Esther. Magia cotidiana con amor y verdad.
De mi caldero al tuyo con cariño
Hoy nace esta serie de consejos para almas sensibles, nuevas brujitas, buscadoras del misterio…
Cada sábado compartiré un saber, una advertencia suave, una luz para el camino. Este primer sábado (hoy), te entrego 4 claves esenciales para iniciar (o recordar) el sendero con raíz firme y corazón abierto.
Léelos con calma, guárdalos si resuenan… y siéntete bienvenida a este círculo.
Desde la intuición, las sombras y la paciencia,

Con cariño, Embrujada
DE MI CALDERO AL TUYO
1. La magia empieza por dentro
Antes de encender una vela, enciende tu conciencia.
Tu intuición es tu primer oráculo. No busques fuera lo que tu cuerpo ya susurra.
¿Por qué es importante esto?
Porque si no conectas contigo, solo estás siguiendo instrucciones vacías. Si no escuchas tu voz interna, te pierdes el verdadero poder: el de sentir, discernir, crear desde el alma. Sin presencia, hasta el ritual más hermoso se vuelve actuación.
¿Qué hacer en su lugar?
Respira antes de cualquier práctica.
Pregúntate: ¿Qué siento realmente? ¿Qué necesito de verdad?
No copies rituales al pie de la letra. Adáptalos a lo que eres.
Crea un espacio interno antes que uno externo.
Mini ritual para integrar:
Coloca la mano sobre tu corazón y otra sobre tu ombligo.
Cierra los ojos. Di en voz baja:
“Me escucho. Me honro. Aquí empieza mi magia.”
Quédate ahí respirando por tres minutos. Eso es un altar viviente.
Afirmación:
«Mi magia nace en mi silencio. En mi sentir, florece.»

2. Herramientas mágicas esenciales
No necesitas 33 cristales ni calderos dorados.
Una vela, un cuaderno, una pizca de sal y una intención clara bastan.
Ser bruja no es una moda. Es recordar lo que siempre fuiste.
¿Por qué es importante esto?
Porque cuando crees que necesitas tenerlo todo para empezar, te alejas de lo esencial: la intención. La magia no está en los objetos, sino en cómo los usas. Si esperas tener el “kit perfecto”, te paralizas. Y la energía ama el movimiento.
¿Qué hacer en su lugar?
Usa lo que tengas a mano, con respeto.
Carga un objeto con tu energía y conviértelo en sagrado.
Escribe tus intenciones en papel reciclado y quémalo con una vela blanca.
Recuerda: tú eres el canal, no tus herramientas.
Mini ritual para integrar:
Toma un objeto cotidiano (una piedra, una cuchara, un anillo).
Sostenlo en tus manos, cierra los ojos.
Di: “Hoy te nombro herramienta sagrada. Que me recuerdes que el poder ya vive en mí.”
Afirmación:
«Soy canal. Todo lo que toco, si lo hago con intención, se vuelve mágico.»

3. Lo que nadie te dice sobre ser bruja
No siempre te sentirás mágica.
Habrá días grises, silencios largos y emociones densas.
Abraza eso también: ahí vive la alquimia.
¿Por qué es importante esto?
Porque muchas llegan al sendero buscando luz, y se asustan cuando aparece la sombra. Pero ser bruja no es sentirse poderosa todos los días: es sostener tu humanidad incluso cuando no brillas. La alquimia no ocurre solo con velas encendidas, sino también con lágrimas, dudas y silencios.
¿Qué hacer en su lugar?
Permítete días “no mágicos” sin culpa.
Lleva un diario donde escribas tus estados emocionales sin filtro.
Reconoce que el ciclo incluye oscuridad: como la luna, menguas para volver a crecer.
Acepta tu sombra como parte del pacto sagrado contigo misma.
Mini ritual para integrar:
Cuando te sientas apagada, prende una vela pequeña en un espacio tranquilo.
Dile: “Aunque sea una chispa, aún soy fuego.”
Mira la llama hasta que sientas que algo en ti vuelve a moverse.
Afirmación:
«Incluso en la sombra, mi alma sigue siendo sagrada.»

4. Errores comunes de brujitas nuevas
Forzar la energía no la acelera, la rompe.
La magia no es control, es colaboración con lo invisible.
No imites: siente.
No apresures: honra el ritmo.
¿Por qué es importante esto?
Porque el entusiasmo puede volverse ansiedad si no se equilibra. Y en la magia, la ansiedad corta el flujo. Copiar a otras no te conecta con tu verdad. Empujar procesos no los adelanta: los contamina. La brujería no es una meta; es un camino de escucha, humildad y presencia.
¿Qué hacer en su lugar?
Observa antes de actuar.
Haz pausas entre un ritual y otro.
Crea tus propios símbolos y lenguaje.
Recuerda que el tiempo es un aliado, no un enemigo.
Mini ritual para integrar:
Enciende una vela blanca y colócala frente a ti.
Toma un objeto que represente tu impaciencia (puede ser una piedra, un papel, un anillo).
Colócalo junto a la vela y di:
“Hoy suelto la prisa. Mi magia florece al ritmo del alma.”
Déjalo ahí hasta que la vela se consuma.
Afirmación:
«Camino con paciencia, magia y verdad. No estoy aquí para correr, sino para florecer.»

Con cariño, Embrujada
5. Haz magia con lo que tienes
No necesitas tenerlo todo perfecto para que un ritual funcione. Lo más poderoso es tu intención, tu energía, tu fe en lo que estás haciendo.
¿Por qué es importante esto?
Porque muchas veces confundimos ritual con escenografía. Sentimos que si no está todo “como dice el libro”, no va a funcionar. Y no es así. La magia no es una receta exacta, es una conexión viva. Si dependes de los objetos, olvidas que el poder real está en ti.
¿Qué hacer en su lugar?
¿No tienes la vela del color exacto? Usa una blanca.
¿Falta la planta específica? Usa romero o laurel, que son muy versátiles.
¿No tienes la piedra indicada? El cuarzo blanco o la amatista son grandes aliados.
¿No hay aceite esencial? Prepara una infusión, usa aceite casero o visualiza el aroma.
Haz magia con lo que hay. Porque lo que cuenta no es el objeto, sino lo que despierta en ti.
Mini ritual para integrar:
Coloca los materiales que tengas frente a ti, aunque no sean los “ideales”.
Cierra los ojos. Di en voz baja:
“Con lo que tengo, me basta. Con lo que soy, hago magia.”
Respira tres veces profundamente. Siente cómo se activa tu energía.
Afirmación:
“Yo soy el canal. Mi intención es suficiente. Mi poder ya está aquí.”

Con cariño, Embrujada